Escueto y engañoso título,
pues debajo de esta gris portada y gris nombre, se esconde una genial historia
a todo color. Historia creada, dibujada y contada por Manu. Hace tiempo, me
dijo que esperaba mis impresiones, tarde, después de mucho tiempo de haberlo
leído por primera vez; aquí las presento.
Mi primera recomendación es la
propia que me dio el autor, no abras el cómic por las últimas páginas para
“ojearlo”, corres el peligro de enterarte de más cosas de las que quisieras
enterarte antes de echarle la primera leída. Y es que la historia no es una
excusa para hacer unos dibujos sobre ella; la historia se gana por derecho
propio el placer de ser contada.
La segunda recomendación es que
no lo puedes leer sólo una vez. Necesitas al menos leerlo una vez para
enterarte de la historia, y otra vez para apreciar el dibujo de cada una de las
viñetas. Y otra vez porque sí.
Me encantaría entrar en detalles
técnicos, pero no tengo ni idea de dibujo ni de cómics en general. Así que
limitaré a dar una burda opinión: las viñetas por lo general son como tienen
que ser, unas veces sobrias, otras veces llenas de detalles. Pero hay ciertas
viñetas que destacan sobre las demás, supongo que son esas viñetas de las que
el propio autor dice “terminaron por volverle loco”. Pero a los que leemos el
cómic, no podemos más que quedarnos boquiabiertos ante estas viñetas. Por otra
parte, usa de vez en cuando un efecto (nombre en clave: las partes en blanco;
para quien lo haya leído) que no sé si se lo inventó, si es más antiguo que las
pirámides o qué, pero es genial, simplemente genial. Y mención especial, bajo
mi punto de vista, a las viñetas con lluvia. La forma en que la lluvia moja, me
encanta.
Vayamos al plano de la historia.
Sin desvelar nada de la trama, lo que hace más complicado hablar de ello, pero
igualmente se puede hablar. Se nos presenta, simplemente, la vida de un
muchacho. Y es que creo que darle más vueltas sería inútil, a fin de cuentas es
eso. O bueno, podríamos magnificarlo, y decir que no sería la vida de uno sólo,
si no de tantísimos muchachos. Evidentemente, no es la vida de un muchacho
típico, es más bien un patrón que se repite en tantísima gente. Este patrón
puede ser una forma geométrica en otros casos, unos acordes en la música. En este
caso, el patrón está claro cuál es; un color: gris. Y cualquier persona que se haya sentido gris en algún momento de su vida, verá en estas páginas una bella
historia y una importante moraleja.
Todos los colores, incluso los que
nos parecen más feos y apagados, pueden formar parte de un bello cuadro.
Spoiler (selecciona para leer): El
gris tiene matices. No nos limitemos a juzgar: un color feo, un color triste,
un color apagado. Ese color es tan válido como cualquier otro, aunque haga
falta mirarlo desde una perspectiva niste.
FIN
Para
acabar, unas subjetivas palabras: impresionante trabajo Manu, sabía que
me encantaría y fue como debía ser, o sea, me encantó. Un placer haber
esperado el desarrollo, y haber leído tu obra. Ya sabes, para Gris 2,
para Efraín returns o lo que sea, aquí un fan que te espra ;)