miércoles, 1 de septiembre de 2010

Wake me up when september ends...


Septiembre, maldito septiembre, dulce septiembre. En este mes siempre tengo algo que decir o que escribir, sentimientos de nostalgia y de estrés también. Y este septiembre es especial. He pasado el verano más largo, atípico y, extraña y probablemente, bueno de mi vida. Hay cosas que faltaron y que sobraron, pero en este caso quiero hablar de forma ambigua y no dar nombres o fechas.

Pero de una u otra forma, el devenir del tiempo tiene su consecuencia irremediable y estamos en septiembre. Otra vez, mi vigésimo segundo septiembre, aunque supongo que esa denominación es falsa, los primeros septiembres no deberían contar como tales.

Pero hablemos del septiembre que nos ocupa. Un septiembre en el que más que nunca debo tomar decisiones, hacer gestiones, hacer cambios. Unos cambios que me marcarán de por vida.

Y ahora más que nunca, aunque igual que los últimos tres o cuatro septiembres, entono esta canción. “Wake me up when september ends”. Ojalá pudiera echarme esta noche a dormir y al despertarme el 30 de septiembre me encontrase un sobre con las instrucciones para vivir la que adivino que será mi nueva vida en esa fecha. Os dejo con lo que es algo de lo mejor que he hecho este verano, aunque no lo mejor :)

Adoro el contraste que queda entre el mar oscuro (casi negro) y el cielo anaranjado.

El cabo de palos con luz propia y al mismo tiempo bañado por la luz de la luna.

Gracias a la modelo improvisada que hacía footing. La invitaría a un café si pudiera.

Una forma diferente de ver amanecer. Y al fondo, los currantes que se encargan de que nuestras playas estén limpias.

Durante esta entrada, suena la canción "Wake me up when september ends", de Green day.